30 abr 2013

TARTA MOZART - DELICIOSA CONJUNCIÓN DE MOUSSE DE CHOCOLATE Y MANZANA CARAMELIZADA



Desde que vi esta receta en la web de María Lunarillos no paré hasta encontrar la ocasión para hacerla. Tiene una presencia espectacular y al ser mousse no es nada pesada… y es muy fácil de preparar. Ideal como postre o merienda se convertirá en una obsesión para l@s chocolater@s!!!



INGREDIENTES:

PARA LA MASA DE GALLETAS DE MANTEQUILLA:

  • 300 gr. de harina 
  • 200 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente 
  • 100 gr. de azúcar moreno 
  • 1 tsp (cucharadita) de sal 
PARA LA MOUSSE DE CHOCOLATE: 
  • 250 gr. de chocolate negro de primera calidad (yo usé chocolate fondant Nestlé Postres) 
  • 6 claras de huevo 
  • 40 gr. de azúcar blanco 
  • 300 gr. de nata para montar 
PARA LA MANZANA CARAMELIZADA 
  • 150 gr. de manzana ácida pelada y cortada a dados 
  • 15 gr. de mantequilla sin sal 
  • 1 tsp (cucharadita) de canela en polvo 
  • 15 gr. de azúcar blanco 
  • 3 tbsp (cucharadas) de Amaretto (u otro licor similar) 
PARA DECORAR: 
  • 2 palitos de canela 
  • Unas láminas de manzana 
  • Unas gotas de zumo de limón 
  • Cacao en polvo 
  • 150 g de virutas de chocolate 

PREPARACIÓN: 

PARA LA MASA DE GALLETAS DE MANTEQUILLA:

En un bol mezclamos la harina y la mantequilla, cortada en dados, hasta que obtengamos una masa arenosa. Añadimos el azúcar y seguimos amasando hasta que con la masa podamos hacer una bola y la dividimos en tres partes iguales.

Con la ayuda de un rodillo, aplanamos cada una de las bolas hasta que tenga unos 3 mm de espesor. Colocamos el aro de un molde desmontable de 22 cm, sin la base, sobre la masa extendida y cortamos la masa por dentro del aro con un cuchillo. Repetimos con las otras dos bolas hasta obtener tres láminas de galleta.

Retiramos el aro y los restos, y horneamos a 150ºC durante 25 minutos o hasta que veamos que coge un poco de color. Si la dejamos hacer mucho quedará muy dura. Cuando esté la sacamos la lámina de galleta del horno y la dejamos enfriar. Repetimos la operación con las otras dos láminas.


Cuidado al manejar las láminas ya que son bastante delicadas y se pueden romper con facilidad.

PARA LA MOUSSE DE CHOCOLATE:

Fundimos el chocolate en el microondas o al baño maría. Mientras se va enfriando, montamos las claras con el azúcar.


El truco para saber que están bien montadas es volcar el bol… si están bien montadas no se caerán… aunque no lo hagáis si no estáis segur@s!!!



Montamos la nata, que tiene que estar fría para que monte mejor.


Vertemos las claras sobre el chocolate y mezclamos muy suavemente para que no se bajen. Lo ideal es hacerlo con movimientos circulares y envolventes. Finalmente, integramos la nata a la mezcla con los mismos movimientos suaves.

PARA LA MANZANA CARAMELIZADA:

En una sartén calentamos la mantequilla hasta que empiece a crepitar y añadimos los trozos de manzana. Espolvoreamos con canela y azúcar y dejamos que se caramelice. Cuando se vaya quedando sin líquido, añadimos el Amaretto y dejamos reducir de nuevo. Una vez lista la manzana la añadimos a la mousse de chocolate.

Ahora sólo nos queda montar la tarta. Para ello, colocamos el aro del molde desmontable, sin la base, sobre la superficie en la que vayamos a presentar la tarta. Colocamos con cuidado uno de los discos de galleta y lo cubrimos con la mitad de la mousse. Colocamos otro de los discos y ponemos el resto de la mousse. Ponemos el último disco de galleta y metemos en la nevera un par de horas como mínimo sin desmoldar. La sacamos de la nevera y cuando esté algo atemperada podemos desmoldar con cuidado y decorarla con las virutas de chocolate por el borde de la tarta.


Ponemos un plato de postre sobre la tarta, en el centro, boca abajo, y espolvoreamos cacao en polvo, de manera que queden los bordes cubiertos. Retiramos con cuidado el plato y colocamos unas láminas de manzana en el centro, junto con los dos palos de canela.


Como veis no es nada complicada de hacer y os encantará su sabor.


Y ya os avanzo que en unos días os traeré la versión de chocolate blanco… más impresionante todavía!!!

Salut!

26 abr 2013

RED VELVET CREAM CHEESE FROSTING



Pues aquí está de nuevo… un clásico pero irresistible layer cake… delicioso en todas sus versiones… ¡el Red Velvet!

La primera vez que lo hice fue para el cumple de mi hermano, en aquella ocasión con un frosting de chocolate blanco (aquí tienes como quedó). Esta vez lo he hecho con su frosting más habitual, el de queso… y la verdad es que es genial!

 
Para el bizcocho sigo utilizando la receta de Bea y para el frosting una adaptación de varias recetas con unas proporciones de mantequilla, azúcar y queso con las que queda muy agradable al paladar.

INGREDIENTES PARA EL RED VELVET:

  • 125 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente 
  • 275 gr. de azúcar blanco 
  • 2 huevos (L) 
  • 280 gr. de harina para repostería 
  • 15 gr. de cacao en polvo 
  • 1 tsp (cucharadita) de levadura 
  • 1 tsp de bicarbonato sódico 
  • 1/4 tsp de sal 
  • 240 gr. de buttermilk* 
  • 2 tbsp (cucharadas) de colorante rojo** 
  • 1 tsp de vinagre blanco 
  • 1 tsp de extracto de vainilla 
*Si no encontráis buttermilk en vuestro súper tenéis un tutorial para hacerlo vosotros mismos aquí. 
**El colorante que yo uso es en gel (aguanta mejor el horneado) de la marca Wilton.



PREPARACIÓN:

Precalentamos el horno a 170ºC (según el horno, como siempre) y preparamos el molde o los moldes como ya os comenté en el otro post. Yo esta vez lo hice en un molde cuadrado. Si tenemos que hacer el buttermilk casero, es el momento de hacerlo.

Tamizamos y reservamos en un bol la harina, el cacao en polvo, la levadura y la sal. Mezclamos el buttermilk con el extracto de vainilla y lo reservamos.

Batimos la mantequilla con el azúcar, hasta que haya blanqueado y consigamos una mezcla tipo pomada. Una vez hemos conseguido la mezcla homogénea, añadimos los huevos uno a uno, no añadiendo el siguiente hasta que el anterior se haya incorporado totalmente a la mezcla.

Añadiremos entonces los ingredientes secos que teníamos reservados en tres veces, y los líquidos en dos veces. Este proceso es importante para que los ingredientes se incorporen correctamente y consigamos la textura del bizcocho adecuada. Si os fijáis tenemos pendiente el bicarbonato, el vinagre y el colorante, hay quien los mezcla con los líquidos, aunque yo opto por otra opción, cuando toca añadir la última parte de los líquidos en la masa, mezclo el bicarbonato con el vinagre (que empezará a espumar) y lo añado mientras sigo batiendo e incorporo también el colorante. Sobretodo tened en cuenta que siempre comenzaremos y terminaremos con los secos.

Dividimos la masa entre los tres moldes que habíamos preparado, o lo añadimos al molde alto, y alisamos la parte superior de la masa con una espátula.

Horneamos durante 25-30 minutos (más si es un único molde) o hasta que al insertar un palillo éste salga limpio.

Dejamos enfriar en el mismo molde unos 5-10 minutos, después los desmoldamos y dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla. Cuando estén totalmente fríos, los podemos envolver individualmente en papel film y los dejaremos reposar en la nevera durante la noche. Yo como he usado un molde, lo envuelvo entero y al día siguiente es cuando lo parto en láminas.



INGREDIENTES PARA LA BUTTERCREAM: 
  • 200 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente 
  • 300 gr. de azúcar superfino o glassé 
  • 400 gr. de queso para untar (tipo Philadelphia) 
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla 
Para hacer el buttercream que usaremos para rellenar y cubrir el bizcocho ponemos en un bol el azúcar superfino (o azúcar glassé) tamizado, la mantequilla y el extracto de vainilla. Comenzamos batiendo a velocidad baja (¡con cuidado para no llenar la cocina de azúcar!) y después batimos a velocidad media hasta que el buttercream tome un color más clarito y una textura de pomada. Entonces añadimos el queso (que tendrá que estar frio) y batimos bien hasta que esté bien integrado y la mezcla sea homogénea y con la consistencia deseada. Cuanto más batamos mejor. 
Para el montaje ponemos la primera lámina de bizcocho y lo cubrimos con una buena capa del buttercream, repartiéndolo por toda la superficie. No os preocupéis si sobresale o nos pasamos ya que lo recubriremos todo por fuera. Ponemos la segunda lámina de bizcocho y apretamos suavemente para ayudar a asentar el relleno. Repetimos la operación con las láminas de bizcocho que tengamos. Para acabar ponemos otra capa de frosting encima del último bizcocho y con la ayuda de un cuchillo o espátula vamos cubriendo también los laterales de la tarta hasta darle una apariencia lo más lisa posible. Si veis que el buttercream se ablanda mucho meterlo en la nevera un rato para que se endurezca. Por si os queda alguna duda tenéis un tutorial de como rellenar y cubrir un layer cake aquí. 
El decorarlo o no con fondant es opcional, estará delicioso de todas formas! 
Para esta ocasión lo cubrí de fodant rojo. Teneís un tutorial de como cubrir una tarta con fondant aquí. 

 
Estoy muy contento de que haya gustado… y es que no me digáis que sólo viendo el corte no se os hace la boca agua! 

Salut!

21 abr 2013

CUPCAKES DE FRESA



¡Aquí están! No podía esperar más a hacerlos… y menos teniendo fresas en la nevera esperando a ser disfrutadas… así que ayer sábado era el día perfecto... bueno, cualquier día es perfecto ¿no?


Aunque estos son los primeros cupcakes que aparecen en el blog, no son los primeros que hago. Me estrené con unos cupcakes de Coca-cola al poco de tener el libro de Alma. El resultado no fue del todo satisfactorio. Aunque el bizcocho estaba bueno, el frosting fue un fracaso. Tampoco tenía en mente abrir un blog por lo que no guardé ninguna foto. El segundo intento fue con unos de plátano… y estos sí que quedaron deliciosos y tengo pendiente subir el post correspondiente.

Pero vamos con estos cupcakes de fresa (que seguro que repito antes de que acabe la temporada) receta de Alma pero con un frosting diferente, y es que como ya he comentado alguna vez, no me gusta el frosting básico de mantequilla, por lo que lo he cambiado por el de queso que me parece mucho más suave… pero con un toque diferente para la ocasión.

Para el bizcocho, estos son los INGREDIENTES:

  • 120 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente 
  • 200 gr. de azúcar blanco 
  • 3 huevos (yo uso tamaño M) 
  • 200 gr. de harina (yo uso de repostería) 
  • 1 y ½ tsp (cucharadita) de levadura 
  • 120 ml de leche semidesnatada 
  • 1 tsp de extracto de vainilla 
  • 200 gr. de fresas



 PREPARACIÓN: 


En primer lugar precalentamos el horno a unos 170-180ºC. Preparamos la bandeja para los cupcakes, trituramos las fresas y las reservamos. Tamizamos la harina y la levadura y también las reservamos.

En otro bol batimos la mantequilla con el azúcar hasta que se integren totalmente y nos quede una mezcla homogénea. Después de mis anteriores batallas con este paso (sobretodo antes de tener la batidora de dos varillas) opto siempre por trabajar primero la mantequilla sola un minuto e incorporar el azúcar en dos partes para facilitar que se integren.

Cuando tenemos la mantequilla y el azúcar bien mezclados, vamos incorporando los huevos, uno a uno, siempre esperando a que el anterior se haya integrado en la masa antes de incorporar el siguiente. Después echamos la mitad de la harina y batimos a velocidad baja (si usáis batidora de mano podéis hacer movimientos circulares a la vez para incorporar aire a la masa). Vertemos entonces la leche con el extracto de vainilla y volvemos a batir. Finalmente incorporamos la otra mitad de la harina y volvemos a batir a velocidad baja hasta que la mezcla sea homogénea. Sólo nos quedará incorporar las fresas.


Mezclaremos suavemente con una espátula hasta conseguir la masa de nuestras cupcakes.


Repartimos la masa en las cápsulas y horneamos unos 20-25 minutos o hasta que un palillo salga limpio pero procurar no abrir el horno antes de los 20 minutos de horneado o corremos el riesgo de que nuestros cupcakes se bajen.


Como siempre decimos, cada horno es un mundo… y el mío es una galaxia. No tengo un horno convencional, tengo uno más pequeño de sobremesa con el que me manejo y hago todo pero que tiene ciertas peculiaridades a la hora de hornear. Si es vuestro caso (tenéis toda mi solidaridad) tendremos que tener en cuenta que al tener las varillas como fuente de calor y a una distancia menor de la tarta o cupcakes, la temperatura tendrá que ser menor y el tiempo de horneado mayor.

Una vez horneados los dejaremos enfriar sobre una rejilla mientras preparamos el frosting.


Para el frosting he cogido la receta base de la crema de queso a la que le he añadido un toque de Nesquik de fresa. Aunque es la receta original el frostin es el de mantequilla básico con fresas naturales trituradas, opté por no incorporar fruta fresca por el riesgo a que se corte, y aunque tiene remedio incorporando más azúcar, eran más los pros a cambiar el tipo de cobertura.


Los INGREDIENTES son:
  • 120 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente 
  • 300 gr. de icing sugar o azúcar glassé 
  • 125 gr. de Philadelphia (no light) 
  • 1 tsp (cucharadita) de leche semidesnatada 
  • 2 tbsp (cucharadas) de Nesquik de fresa 
PREPARACIÓN: 

Tamizamos el azúcar y lo batimos con la mantequilla y la leche. Aquí, como antes, opto por trabajar la mantequilla sola e incorporar el azúcar en dos tiempos para facilitar que se integre completamente. Añadimos luego el queso, que tiene que estar frío, y lo batimos todo primero a velocidad baja y luego a velocidad alta hasta obtener una textura cremosa. Finalmente le incorporamos el Nesquik (yo le hecho las dos cucharadas pero vosotr@s hacerlo al gusto) y volvemos a batir a velocidad alta unos minutos. Cuanto más batamos mejor nos quedará. Para conseguir un color más rosita le añadí una gota de colorante rojo (Wilton). Antes de meterlo en la manga y decorar los cupcakes lo metemos en la nevera un rato.

Para decorarlos yo uso una manga pastelera desechable y la boquilla 1M de Wilton (una de las mejores adquisiciones que he hecho recientemente) y vamos cubriendo cada cupcake.


Si las queremos con la “puntita” dentro lo haremos de fuera hacia dentro y si los queremos con una forma más bonita (a mí me gusta más) lo haremos de dentro hacia fuera en el sentido de las agujas del reloj (buen tema para un futuro tutorial).

Y aquí os dejo unas cuantas fotos del resultado...




Quedan muy esponjosos y un sabor muy suave.

Salut!