26 abr 2013

RED VELVET CREAM CHEESE FROSTING



Pues aquí está de nuevo… un clásico pero irresistible layer cake… delicioso en todas sus versiones… ¡el Red Velvet!

La primera vez que lo hice fue para el cumple de mi hermano, en aquella ocasión con un frosting de chocolate blanco (aquí tienes como quedó). Esta vez lo he hecho con su frosting más habitual, el de queso… y la verdad es que es genial!

 
Para el bizcocho sigo utilizando la receta de Bea y para el frosting una adaptación de varias recetas con unas proporciones de mantequilla, azúcar y queso con las que queda muy agradable al paladar.

INGREDIENTES PARA EL RED VELVET:

  • 125 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente 
  • 275 gr. de azúcar blanco 
  • 2 huevos (L) 
  • 280 gr. de harina para repostería 
  • 15 gr. de cacao en polvo 
  • 1 tsp (cucharadita) de levadura 
  • 1 tsp de bicarbonato sódico 
  • 1/4 tsp de sal 
  • 240 gr. de buttermilk* 
  • 2 tbsp (cucharadas) de colorante rojo** 
  • 1 tsp de vinagre blanco 
  • 1 tsp de extracto de vainilla 
*Si no encontráis buttermilk en vuestro súper tenéis un tutorial para hacerlo vosotros mismos aquí. 
**El colorante que yo uso es en gel (aguanta mejor el horneado) de la marca Wilton.



PREPARACIÓN:

Precalentamos el horno a 170ºC (según el horno, como siempre) y preparamos el molde o los moldes como ya os comenté en el otro post. Yo esta vez lo hice en un molde cuadrado. Si tenemos que hacer el buttermilk casero, es el momento de hacerlo.

Tamizamos y reservamos en un bol la harina, el cacao en polvo, la levadura y la sal. Mezclamos el buttermilk con el extracto de vainilla y lo reservamos.

Batimos la mantequilla con el azúcar, hasta que haya blanqueado y consigamos una mezcla tipo pomada. Una vez hemos conseguido la mezcla homogénea, añadimos los huevos uno a uno, no añadiendo el siguiente hasta que el anterior se haya incorporado totalmente a la mezcla.

Añadiremos entonces los ingredientes secos que teníamos reservados en tres veces, y los líquidos en dos veces. Este proceso es importante para que los ingredientes se incorporen correctamente y consigamos la textura del bizcocho adecuada. Si os fijáis tenemos pendiente el bicarbonato, el vinagre y el colorante, hay quien los mezcla con los líquidos, aunque yo opto por otra opción, cuando toca añadir la última parte de los líquidos en la masa, mezclo el bicarbonato con el vinagre (que empezará a espumar) y lo añado mientras sigo batiendo e incorporo también el colorante. Sobretodo tened en cuenta que siempre comenzaremos y terminaremos con los secos.

Dividimos la masa entre los tres moldes que habíamos preparado, o lo añadimos al molde alto, y alisamos la parte superior de la masa con una espátula.

Horneamos durante 25-30 minutos (más si es un único molde) o hasta que al insertar un palillo éste salga limpio.

Dejamos enfriar en el mismo molde unos 5-10 minutos, después los desmoldamos y dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla. Cuando estén totalmente fríos, los podemos envolver individualmente en papel film y los dejaremos reposar en la nevera durante la noche. Yo como he usado un molde, lo envuelvo entero y al día siguiente es cuando lo parto en láminas.



INGREDIENTES PARA LA BUTTERCREAM: 
  • 200 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente 
  • 300 gr. de azúcar superfino o glassé 
  • 400 gr. de queso para untar (tipo Philadelphia) 
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla 
Para hacer el buttercream que usaremos para rellenar y cubrir el bizcocho ponemos en un bol el azúcar superfino (o azúcar glassé) tamizado, la mantequilla y el extracto de vainilla. Comenzamos batiendo a velocidad baja (¡con cuidado para no llenar la cocina de azúcar!) y después batimos a velocidad media hasta que el buttercream tome un color más clarito y una textura de pomada. Entonces añadimos el queso (que tendrá que estar frio) y batimos bien hasta que esté bien integrado y la mezcla sea homogénea y con la consistencia deseada. Cuanto más batamos mejor. 
Para el montaje ponemos la primera lámina de bizcocho y lo cubrimos con una buena capa del buttercream, repartiéndolo por toda la superficie. No os preocupéis si sobresale o nos pasamos ya que lo recubriremos todo por fuera. Ponemos la segunda lámina de bizcocho y apretamos suavemente para ayudar a asentar el relleno. Repetimos la operación con las láminas de bizcocho que tengamos. Para acabar ponemos otra capa de frosting encima del último bizcocho y con la ayuda de un cuchillo o espátula vamos cubriendo también los laterales de la tarta hasta darle una apariencia lo más lisa posible. Si veis que el buttercream se ablanda mucho meterlo en la nevera un rato para que se endurezca. Por si os queda alguna duda tenéis un tutorial de como rellenar y cubrir un layer cake aquí. 
El decorarlo o no con fondant es opcional, estará delicioso de todas formas! 
Para esta ocasión lo cubrí de fodant rojo. Teneís un tutorial de como cubrir una tarta con fondant aquí. 

 
Estoy muy contento de que haya gustado… y es que no me digáis que sólo viendo el corte no se os hace la boca agua! 

Salut!

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