Después de muchos cupcakes y muchas tartas... ¿porqué no juntarlo todo en uno?... ¿porqué no unir lo práctico de los cupcakes con la visibilidad decorativa de una tarta? Pues eso tiene solución haciendo un cupcake cake o tarta de cupcakes.
Como véis, se trata de juntar cupcakes de forma que se puedan decorar con buttercream, realizando el dibujo que queramos, con la ventaja de que a la hora de coger las porciones no hay que cortar nada, ya que cada uno coge un cupcake y se lo come.
La primera vez que hice esta técnica fue gracias a Claudia, que me explicó que en México, de donde ella es, se hace mucho para los cumples infantiles por lo práctico y versátil que es.
Lo primero que tenemos que hacer es disponer, sobre una base rígida, los cupcakes en la forma que necesitemos teniendo en cuenta la decoración que haremos. A continuación los fijamos a la base, con cinta de doble cara o con un poco de buttercream, de forma que no se vayan a mover luego.
El siguiente paso es cubrirlos de buttercream, no hace falta esmerarse mucho porque al final lo alisaremos con una espátula, condiguiendo que toda la superficie esté cubierta.
Ahora sólo nos queda teñir el buttercream con los colores que necesitemos y preparar las mangas. Yo utilicé la boquilla número 14 de Wilton. Te puede ayudar hacer una plantilla con el perfil del dibujo en chocolate, que una vez endurecido puedes poner encima de la superficie principal. Ahora solo queda ir "punteando" con paciencia hasta conseguir el dibujo deseado.
Además de la pelota de baloncesto para el cumpleaños de Silvia y Marc, para el cumpleaños de Claudia hice esta Monster High.
¿Qué os parecen los cupcake cakes como propuesta diferente a una tarta?
Salut!
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