¡Aquí están! No podía esperar más
a hacerlos… y menos teniendo fresas en la nevera esperando a ser disfrutadas…
así que ayer sábado era el día perfecto... bueno, cualquier día es perfecto
¿no?
Aunque estos son los primeros
cupcakes que aparecen en el blog, no son los primeros que hago. Me estrené con
unos cupcakes de Coca-cola al poco de tener el libro de Alma. El resultado no
fue del todo satisfactorio. Aunque el bizcocho estaba bueno, el frosting fue un
fracaso. Tampoco tenía en mente abrir un blog por lo que no guardé ninguna
foto. El segundo intento fue con unos de plátano… y estos sí que quedaron
deliciosos y tengo pendiente subir el post correspondiente.
Pero vamos con estos cupcakes de
fresa (que seguro que repito antes de que acabe la temporada) receta de Alma
pero con un frosting diferente, y es que como ya he comentado alguna vez, no me
gusta el frosting básico de mantequilla, por lo que lo he cambiado por el de
queso que me parece mucho más suave… pero con un toque diferente para la
ocasión.
Para el bizcocho, estos son los
INGREDIENTES:
- 120 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 200 gr. de azúcar blanco
- 3 huevos (yo uso tamaño M)
- 200 gr. de harina (yo uso de repostería)
- 1 y ½ tsp (cucharadita) de levadura
- 120 ml de leche semidesnatada
- 1 tsp de extracto de vainilla
- 200 gr. de fresas
PREPARACIÓN:
En primer lugar precalentamos el
horno a unos 170-180ºC. Preparamos la bandeja para los cupcakes, trituramos las
fresas y las reservamos. Tamizamos la harina y la levadura y también las
reservamos.
En otro bol batimos la
mantequilla con el azúcar hasta que se integren totalmente y nos quede una
mezcla homogénea. Después de mis anteriores batallas con este paso (sobretodo
antes de tener la batidora de dos varillas) opto siempre por trabajar primero
la mantequilla sola un minuto e incorporar el azúcar en dos partes para
facilitar que se integren.
Cuando tenemos la mantequilla y
el azúcar bien mezclados, vamos incorporando los huevos, uno a uno, siempre
esperando a que el anterior se haya integrado en la masa antes de incorporar el
siguiente. Después echamos la mitad de la harina y batimos a velocidad baja (si
usáis batidora de mano podéis hacer movimientos circulares a la vez para
incorporar aire a la masa). Vertemos entonces la leche con el extracto de
vainilla y volvemos a batir. Finalmente incorporamos la otra mitad de la harina
y volvemos a batir a velocidad baja hasta que la mezcla sea homogénea. Sólo nos
quedará incorporar las fresas.
Mezclaremos suavemente con una
espátula hasta conseguir la masa de nuestras cupcakes.
Repartimos la masa en las
cápsulas y horneamos unos 20-25 minutos o hasta que un palillo salga limpio
pero procurar no abrir el horno antes de los 20 minutos de horneado o corremos
el riesgo de que nuestros cupcakes se bajen.
Como siempre decimos, cada horno
es un mundo… y el mío es una galaxia. No tengo un horno convencional, tengo uno
más pequeño de sobremesa con el que me manejo y hago todo pero que tiene
ciertas peculiaridades a la hora de hornear. Si es vuestro caso (tenéis toda mi
solidaridad) tendremos que tener en cuenta que al tener las varillas como
fuente de calor y a una distancia menor de la tarta o cupcakes, la temperatura
tendrá que ser menor y el tiempo de horneado mayor.
Una vez horneados los dejaremos
enfriar sobre una rejilla mientras preparamos el frosting.
Para el frosting he cogido la
receta base de la crema de queso a la que le he añadido un toque de Nesquik de
fresa. Aunque es la receta original el frostin es el de mantequilla básico con
fresas naturales trituradas, opté por no incorporar fruta fresca por el riesgo
a que se corte, y aunque tiene remedio incorporando más azúcar, eran más los
pros a cambiar el tipo de cobertura.
Los INGREDIENTES son:
- 120 gr. de mantequilla sin sal a temperatura ambiente
- 300 gr. de icing sugar o azúcar glassé
- 125 gr. de Philadelphia (no light)
- 1 tsp (cucharadita) de leche semidesnatada
- 2 tbsp (cucharadas) de Nesquik de fresa
Tamizamos el azúcar y lo batimos
con la mantequilla y la leche. Aquí, como antes, opto por trabajar la
mantequilla sola e incorporar el azúcar en dos tiempos para facilitar que se
integre completamente. Añadimos luego el queso, que tiene que estar frío, y lo
batimos todo primero a velocidad baja y luego a velocidad alta hasta obtener una
textura cremosa. Finalmente le incorporamos el Nesquik (yo le hecho las dos
cucharadas pero vosotr@s hacerlo al gusto) y volvemos a batir a velocidad alta
unos minutos. Cuanto más batamos mejor nos quedará. Para conseguir un color más rosita le añadí una gota de colorante rojo (Wilton). Antes de meterlo en la
manga y decorar los cupcakes lo metemos en la nevera un rato.
Para decorarlos yo uso una manga
pastelera desechable y la boquilla 1M de Wilton (una de las mejores
adquisiciones que he hecho recientemente) y vamos cubriendo cada cupcake.
Si
las queremos con la “puntita” dentro lo haremos de fuera hacia dentro y si los
queremos con una forma más bonita (a mí me gusta más) lo haremos de dentro
hacia fuera en el sentido de las agujas del reloj (buen tema para un futuro
tutorial).
Y aquí os dejo unas cuantas fotos
del resultado...
Quedan muy esponjosos y un sabor muy suave.
Salut!
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